El ser humano se encuentra ante un gran desafío ante las posibilidades que brindan los avances
tecnológicos. En el mismo contexto en el que se presencia el turismo espacial, el internet de las
cosas, la robótica y la biotecnología, aún conviven el hambre, los basureros a cielo abierto y la falta
de agua tratada para millones de personas.
De la misma manera, la tecnología que une a las personas en los lugares más distantes del mundo,
permite la investigación y el intercambio colaborativo de información y amplía las posibilidades de
aprendizaje a distancia, también distancia a los familiares que viven en la misma casa, expone
nuestra intimidad a todos, altera la percepción que las personas tienen de sí mismas y de sus
posibilidades reales, y roban uno de los activos más valiosos de la actualidad: el tiempo.
¿Los inventos, fruto de la inteligencia humana, han promovido oportunidades, inclusión social y
desarrollo para todos los seres? ¿Cuál es el grado de libertad y responsabilidad del hombre en el
uso de la tecnología?
Es importante recalcar que todos participamos del gran grupo de los seres humanos, pero no todos
vivimos de la misma manera, ni compartimos la misma visión de nosotros mismos y del mundo. El
ser humano es, por sí mismo, una medida, y cada uno tiene la suya, según el estado de conciencia y
la voluntad de expandirse y desarrollarse espiritualmente.
Esta medida establece la forma de actuar, entenderse y manifestarse del ser, siendo su relación
con el cosmos la expresión de su estado de conciencia. Un Mensaje de Jorge Waxemberg, Director
Espiritual que sucedió al fundador de Cafh, nos recuerda que vivir con mesura es armonizar el
saber con el hacer, con la forma de vivir y con la priorización, surgiendo de esa medida un método,
un camino.
Como camino espiritual que reúne a personas que buscan la liberación interior, a través de un
método individual y externo, Cafh propone un método de vida que incluye la meditación, el examen
retrospectivo y la lectura espiritual para otorgar paz mental, discernimiento claro en la elección de
prioridades y, en consecuencia, aprovechamiento óptimo de la energía tanto física como mental,
ya que el dominio sobre la propia energía es lo que permite al hombre aprovechar bien el tiempo.
El Método de Cafh se basa en sus enseñanzas y tiene un carácter ascético-místico. “Ascético”
porque presupone dedicación y esfuerzo ordenado y regular para influir positivamente en hábitos
de conducta y tendencias personales. “Mística” porque sus recomendaciones nos guían en el
camino hacia la unión divina a través de la participación consciente y progresiva con todos los
seres vivos.
Y para participar de la medida divina, necesitamos ajustarnos a una medida humana, que incluye
también sus invenciones, posibilidades y dificultades.
Para entender nuestra relación con la tecnología, necesitamos desarrollar nuestra capacidad
analítica y crítica respecto a lo que escuchamos, leemos, vemos, experimentamos y
aprendemos. La acumulación de información sin análisis, las experiencias sin reflexión y el simple
paso del tiempo, navegando aleatoriamente sobre los íconos que pululan frente a nosotros, no son
suficientes para aprender, ya que aprender implica un esfuerzo deliberado por construir nuevos
conocimientos o elaborar un nuevo camino. para entender lo que pensábamos que sabíamos.
No miremos los productos de moda. La moda intelectual se nutre de la atracción por las
novedades que no son sinónimo de algo inédito. Las ideas no se renuevan con el juego intelectual,
sino con el estudio serio y la percepción alerta de la realidad circundante. Al no aspirar al triunfo
personal, al no pensar sólo en uno mismo, al proyectar las aspiraciones de bienestar y amor sobre
todos los seres humanos tal como son, trabajamos para el mundo, en el presente, vislumbrando un
futuro, donde hacemos las posibilidades caminos tecnológicos para el desarrollo de toda la
humanidad.
El autoconocimiento es el medio espiritual en el que transmutamos nuestras experiencias en una
visión más amplia de la realidad, y en el que esta nueva visión se expresa en un conocimiento más
completo y en nuevas posibilidades de desarrollo, de aprendizaje. El grado de libertad y
responsabilidad que nos permitimos en el uso de la tecnología está a nuestra medida, tan
expansiva como nuestra egoencia es .
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Enseñanza es el término utilizado para referirse a las enseñanzas de Cafh que se ponen a
disposición en forma de cursos, mensajes y discursos de los Directores Espirituales.
La egoencia es un concepto integral de la doctrina de Cafh, que significa la conciencia de la
verdadera individualidad, a la que cada ser humano puede llegar a través de su trabajo de
desarrollo interior, trascendiendo los límites de la personalidad actual.
(Fuente:Revista Cafh, Brasil)