Autor: Carlos Rueckner
Nuestro paso por esta vida nos confirma que solos no podemos siquiera sobrevivir un minuto sobre la Tierra; siempre alguien o algo ha colaborado y va a colaborar para que disfrutemos desde las más sencillas comodidades hasta de nuestras más simples intenciones y mejores deseos o anhelos.
Todo objeto, toda teoría, todo oficio o arte que es parte de nuestra realidad tiene la firma de aquellos que colaboraron para que ello llegue a nosotros. Somos, por lo tanto, los depositarios de un caudal de frutos y conquistas que también habremos de dejar, renovados, a quienes nos sucedan. Para que esta noble tarea se realice en nuestras vidas necesitamos ayuda, porque somos mucho menos de lo que creemos ser. Empecemos con humildad a aceptar esta realidad.
En nuestras oraciones invocamos a Dios para que nos dé fuerza, claridad o sabiduría cuando tenemos una duda o un problema. Lo invocamos también para pedir por alguien que necesita ayuda.
Invocamos también a nuestros principios o valores para que nuestros objetivos se cumplan y sean para bien. Invocamos a nuestros más profundos sentimientos de cariño, amistad o amor para dárselos a quien sabemos los necesitan. Invocamos a nuestra fuerza interior para salir adelante frente a una dificultad o un reto que nos demanda esa energía extra para resolverlo.
Esta actitud de invocación nos confirma que sin esa ayuda nada somos o somos poco, por lo que pedimos ser asistidos por una presencia superior, divina.
El secreto para que nuestra meditación rinda el mejor fruto está en dirigir nuestra invocación a lo más profundo de nuestro ser, silenciando expectativas y sin anticipar la respuesta, de manera que ella surja, inédita y fresca, desde un estado de conciencia superior al que originó el pedido. Así, esa respuesta que obtengamos será realmente posible, útil y necesaria, es decir, sabia.
Me gustaría participar. Es muy interesante el Tema qué abordan.
Sí fuera posible, me enviaran el link .
Les Agradezco Mucho su Invitación.
Gracias !!!
Hola Olivia
Muchas gracias por tu comentario. Hay varias actividades en las que podrías participar, y todas están publicadas en esta página web.
Dirigir nuestra invocación a lo mas profundo de nuestro ser, silenciando expectativas para que la respuesta surja desde un estado de conciencia superior del que iniciamos… Me parece una hermosa reflexión, cada vez que meditamos damos un paso en nuestro desenvolvimiento espiritual.
Es un excelente camino hacia la espiritualidad.