T Nº 58 S – Mendoza
Pasé años, centurias,
diversas existencias
buscándote,
contemplándote.
Y ahora… en este
presente
actualizado…
Te veo en la flor,
en su fragancia
y color.
Te veo en el fulgor del
sol, en la mágica luna,
en la oscuridad de la
noche, en la luminosidad del día.
Te veo en el aire,
tibio y frío, en el éter
luminoso, en la piedra
transformada.
Te veo en la tierra
Sagrada,
en el agua
límpida y caudalosa,
en los ojos
de los niños,
en las arrugas
del anciano,
en las manos
artesanas.
Te veo en la alegría
compartida,
en el trabajo
acordado,
consensuado
y respetado.
Pasé años, centurias
diversas existencias
preguntándome
¿quién soy?
¿a dónde voy?
¿por qué estoy?
Solo sé…
que SOY en TI
desenvolviéndome
para fundirme en TI.
Expandiendo tu amor
con sencillez
y humildad.
Ofrendando y
renunciando
lo que soy
para ser
tu instrumento,
desapareciendo
y siendo
UNO CONTIGO
conmigo
y con la Humanidad.
Es la Divina Madre
Buen poema para la charla del viernes
Julio